Si eres un inversor en activo o has comenzado a invertir es clave que lleves un control de la rentabilidad que vas obteniendo cada año. Por ejemplo, si alguien te pregunta: ¿Cuánto ganas invirtiendo? Se supone que deberías ser capaz de darle una cifra total de rentabilidad. 

Por lo que saber qué rentabilidad puedes sacarle a tu patrimonio ayuda a que te hagas una idea del tipo de producto en el que te conviene invertir. Pero antes de pasar a comentar qué es la rentabilidad acumulada y cómo puedes calcularla, te contaremos qué es la rentabilidad.

La rentabilidad es la relación que existe entre el beneficio de la inversión frente al dinero que se ha destinado. O, dicho de otra manera, son las ganancias que obtienes respecto al dinero que decides invertir. Por lo que, si inviertes una mayor cantidad, aumentarás esa cifra.

Pero ten en cuenta que no es el montante exacto de euros que vas a conseguir, sino el porcentaje de beneficio que puedes obtener sobre la base de la cantidad que inviertas. Para calcular la rentabilidad total de una inversión, debes tener en cuenta su valoración en el momento de la compra y el que tiene en la actualidad.

 

¿Qué es la rentabilidad acumulada?

Es la suma de las rentabilidades que una inversión ha generado durante un tiempo concreto.

Algunos factores que debes tener en cuenta para calcular su valor de una manera más exacta son:

  • Valor monetario: la inflación afecta al coste del dinero, ya que puede aumentarlo o depreciarlo. Es la variable más importante y suele variar más en las inversiones a largo plazo (si son a corto plazo, el cambio casi ni se percibe).
  • Horizonte temporal: las inversiones se clasifican en tres tipos: a corto, medio y largo plazo. Además, determinan el riesgo asociado y la extensión del propio tiempo que tomes para calcular los beneficios acumulados.
  • Aportaciones y reembolsos: en ocasiones, podemos volver a aportar dinero varias veces durante un mismo año, e incluso, retirar una parte de los fondos.

 

¿Cómo puedo calcular la rentabilidad acumulada?

No es ningún secreto que el mercado de valores es muy volátil. Por tanto, saber acerca de sus variaciones te ayudará a conocer mejor el activo en el que vas a depositar tu dinero o en el que ya lo has hecho. Pero, ¿Cómo se realiza esa estimación?

Si queremos calcular la rentabilidad acumulada en un periodo debemos restar el valor de la inversión a final de año de la inicial y dividirlo todo por esta última. La fórmula es la siguiente: 

Rentabilidad = (Precio final – Precio Inicial) /Precio Inicial

En la vida del inversor lo normal no es tener una sola acción o fondo, comprado en un único día y mantenido para siempre, puesto que la realidad es que se suele comprar varias veces a lo largo del tiempo, y en algunos casos se vende una parte o se traspasa de un fondo a otro. 

En otros la rentabilidad ya no es tan fácil de calcular. Te exponemos un ejemplo a continuación:

Imaginemos que Héctor, antes de terminar el año 2021, invierte de nuevo 100 € adicionales, el 30 de septiembre de 2021, tras cobrar su paga. Y su inversión desde ese día hasta final de año, no varía nada (ni gana ni pierde en esos últimos 3 meses). Por ello, Héctor a 31 de diciembre tendrá, 208 € (los 108 € que generó por tener un año su inversión inicial, más los 100 € aportados el 30 de septiembre y que no ha rentado nada).

Rentabilidad = 208-200/200= 0,04 (4%)

La primera impresión no es buena. ¿Un 4% solo? Algo raro pasa.

¿Cómo es posible que, por aportar más dinero en el último cuarto del año, una inversión que le iba muy bien, con un 8% acumulado mientras avanzaba el año, ahora se quede en solo un 4%?

Lo cual no parece justo que por aportar más al final baje la rentabilidad acumulada en el año. 

Y es que sin duda, con la fórmula de arriba no se puede calcular bien la rentabilidad de carteras con aportaciones periódicas, ni si hay reembolsos (si retiras dinero). Para ello, habría que indicar cuántas se ha aportado y cuáles se han reembolsado. Se aplicaría una fórmula mejor, pero un poco más compleja, como esta:

Rentabilidad acumulada = (Precio final – (Precio inicial + aportaciones – reembolsos)) / Precio inicial + aportaciones – reembolsos.

Estas fórmulas son útiles para hacer los cálculos de manera general, tomando como referencia un periodo fijo de tiempo y con independencia de en qué momento del año se hagan las inversiones.

 

¿Por qué debo conocer la rentabilidad acumulada de un préstamo?

Este tipo de rentabilidad no determina cómo nos ha ido a lo largo de un tiempo en tus inversiones, sino en una concreta. Por lo que el valor clave será la rentabilidad anualizada.

Como inversor conocer la rentabilidad acumulada de una inversión te ayudará a:

  • Conocer el rendimiento de una inversión de gran calado.
  • Saber si nos conviene seguir aportando dinero a un fondo.
  • Determinar si debes hacer nuevas compras de bonos o cambiar de activo.

Mientras que los gestores de un fondo pueden calcular este valor para:

  • Averiguar el grado de éxito de un activo desde que se lanzó al mercado.
  • Saber las ganancias que han obtenido los inversores.
  • Segmentar la rentabilidad en periodos de, por ejemplo, 1 o 5 años.

Cuando vas a invertir en un producto financiero, no solo debes revisar su rentabilidad actual, sino también la evolución de ésta a lo largo de los últimos meses o años. Puesto que la rentabilidad acumulada será el valor que nos haga saber cómo se ha comportado dicho producto financiero.

En definitiva, la rentabilidad acumulada constituye uno de los pilares clave de toda inversión. De ahí que conocerla sea primordial con independencia de tu experiencia o perfil, pero será una gran ayuda si estás comenzando en este mundo. Por lo demás, es fundamental escoger el producto financiero adecuado y contar con la ayuda de un asesor.

 

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