Para conocer las ventajas de las plataformas financiación participativa hay que hacer referencia al término crowdfunding, actividad por la que empresas o autónomos obtienen financiación proveniente directamente de personas privadas, inversores profesionales y/o instituciones.

Cada vez más empresas y autónomos recurren a este método, diversificando así sus fuentes de financiación sin la necesidad de dejar de operar con su banco habitual. Tras su aparición y consolidación en el mercado, el crowdfunding a nivel mundial está en constante crecimiento y las expectativas de crecimiento de este tipo de plataformas en España también es muy positivo, demostrando año tras año el aumento de volumen intermediado.

Se trata de un mecanismo de canalización directa de ahorro a la inversión complementario al de las bolsas y otros mercados regulados. Cumplen la misma función que los intermediarios tradicionales de una forma más eficiente y diferente.

Las plataformas de financiación participativa son las que ponen en contacto a los inversores con los promotores de los proyectos que necesitan financiación. Conozcamos sus principales ventajas:

Ventajas de las plataformas de financiación participativa

Rentabilidad

La rentabilidad de las inversiones de financiación participativa es su principal punto fuerte, ya que suele ser mucho mayor que otro tipo de productos de inversión, por ejemplo depósitos a plazo fijo o bonos de deuda de estados solventes.

Con este tipo de inversiones se puede llegar a alcanzar rentabilidades cercanas al 7% o al 8%, e incluso podrían ser mayores en algunos casos, todo dependerá de cada proyecto en cuestión, llegando incluso a superar rentabilidades del 30%. Los demás productos no suelen dar rentabilidades superiores al 1%, o 2%.

Seguridad

La mayor garantía que hay en las plataformas de financiación participativa son sus propias siglas: PFP. Solo aquellas empresas que las llevan significan haber superado los requisitos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y estar bajo su continua supervisión.

Además, las plataformas de financiación participativa deben cumplir la normativa aplicable en cuanto al blanqueo de capitales, comercio electrónico, medios de pago, protección de consumidores y usuarios o la protección de datos de carácter personal, entre otras.

Por otro lado, las plataformas de financiación participativa realizan un estudio previo a la publicación de proyectos, con el objetivo de minimizar los riesgos operativos, de fraude o estafa, así como de insolvencia.

Diversidad de productos

Gracias al desarrollo de la Ley 5/2015, las plataformas de financiación participativa pueden ofrecer diferentes productos, como:

  • Plataformas de valores Sociedades Anónimas: promueven proyectos de financiación participativa instrumentados mediante obligaciones, acciones ordinarias y privilegiadas u otros valores representativos de capital.
  • Plataformas de valores Sociedades Limitadas: promuevan proyectos de financiación participativa instrumentados mediante participaciones de sociedades de responsabilidad limitada.
  • Plataformas de préstamo: promueven proyectos de financiación participativa instrumentados mediante préstamos.

Comunicación con los emprendedores de los proyectos

Otra ventaja de este tipo de inversión es que es más fácil y accesible comunicarse con los emprendedores de los proyectos en que se ha invertido.

Se puede convertir la inversión en algo más propio, aportando conocimientos a este proyecto y así conseguir un mayor éxito de él. La libertad de comunicación es un añadido interesante.

Esto proporciona una mayor seguridad a los inversores, que pueden despejar sus dudas en cualquier momento y además de la confianza que se tiene al saber que hay alguien detrás de todo.

No requiere de grandes inversiones

Las plataformas de financiación participativa no requieren grandes sumas de capital para comenzar a invertir. De hecho, lo habitual es que se pueda participar con cantidades pequeñas, como por ejemplo 100€, buscando así democratizar las inversiones y hacerlas accesibles a todo el mundo.

Además, el volumen de inversión está regulado por las figuras del inversor no acreditado, que puede invertir un máximo de 3000€ anuales en un solo proyecto, y 10000€ anuales como máximo en el conjunto de las diferentes inversiones que haya realizado en plataformas de financiación participativa.

Como ves, las plataformas de financiación participativa ofrecen numerosas ventajas hoy en día para los inversores.

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